jueves, 28 de febrero de 2008

Aprender, vivir, aprender.

Cada vez me doy más cuenta de que en la vida uno no para de aprender... y el hecho de notar esto ratifica aún más mi argumento. Quizás el punto sea aprender rápido, aprender a tiempo o aprender lo aprendido.

Y escribo estas líneas dándome cuenta de que a veces en esto he fallado. He aprendido tarde algunas cosas, y otras no las he aplicado. Y lo triste es que algunas de estas cosas son importantes.

Pero creo que ahora, por fin, lo tengo claro. Y es ahora cuando toca el sino del ser humano... ¿será tarde? Porque en tantas cosas cae el hombre dos veces, o llega tarde, o se equivoca de camino... No lo sé, pero desde luego no será por falta de opciones, eso no lo voy a negar.

Así que, amig@s, vivamos, chillemos, bailemos, gritemos, y... aprendamos. Porque no hay nada peor para uno que meter dos veces la pata en el mismo cubo... porque cuando te preguntas por qué tienes el pie otra vez ahí... no sabes qué contestar.

Pero al menos esta lección la tengo aprendida...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Como tú bien dices, todos hemos tropezado dos veces en la misma piedra, y yo soy una de ellas, así que, aunque sólo sea por experiencia propia, te entiendo y te digo, que muchas veces si no fuera por esos tropiezos no aprenderiamos, lo cual es siempre el lado bueno de lo que te pase (malo o bueno).
Sólo decirte que el simple hecho de admitir el error es un gran avance :) no todo el mundo puede hacerlo.