sábado, 12 de abril de 2008

La tirita

Qué gran invento la tirita... aunque a medias.

Porque claro, de pequeño, uno se hacía una herida y, en cierto modo, no pasaba nada. Ibas, te ponías una tirita y listo! Ala! A seguir con los que estábamos... Poco a poco las fueron sacando de distintos tamaños, formas, transparentes, con pomada, e, incluso, con dibujitos.

No hay botiquín que se precie que no lleve tiritas. Solución sencilla y efectiva.

Pues en estos días estaba yo necesitando una tirita... y me acordé de Mafalda. Magnífico tebeo con frases realmente muy profundas ocultas en la inocente mente de una niña. Porque le pedí de coña a una amiga una tirita para tapar el bujerillo de aire, pero, por desgracia, aún no hay tiritas de ese tipo ni de otros... y serían tan útiles...

3 comentarios:

Gonzalo dijo...

¡Es verdad! Te ponian una tirita en una herida y dejabas de llorar o de sentirte mal en seguida. Y a los 5 minutos ya tan contento, era como si tuviera poderes mágicos. Te lo digo yo que me he caido mucho de pequeño, y de no tan pequeño

Pedro dijo...

ya ves.... eso y la mercromina... lo curaba todo, jejeje.

Anónimo dijo...

Eso iba a decir yo!que a mi lo que me molaba era la mercromina!!la roja además!q era mucho más escandalosa!quien inventaria la transparente?eso no tenia gracia!:)