¡Cómo me gusta el deporte! Qué se le va a hacer... es así, los que me conocen lo saben. Disfruto cuando gana el Madrid, y sufro cuando pierde (últimamente también sufro con todos los 1-0... o simplemente me deja indiferente). Me encanta ver un adelantamiento de Alonso, y grito a ese doblado que no se aparta en seguida. Animo a la Armada en la Davis... y espero hasta el último punto para asumir que estamos eliminados... c'est la vie...
No todo el mundo lo entiende, y lo comparto. Hay gente que simplemente vive al margen del deporte... y quizás en ocasiones es mejor. Claramente cuando pierdes, je. Pero en otras, no sé, es una ilusión, una alegría la que te llevas simplemente por el hecho de que una (o varias) personas que no saben ni que existes consigan algo...
Y por suerte estos días he podido disfrutar con el deporte otra vez. El domingo, en diferido, presencié cómo Alonso se escapaba, como disipaba dudas, como tenía un compañero decente, un compañero que contenía a los Ferrari. Como volvía a cruzar el primero la meta... como se subía al cajón más alto... otra vez.
Y el martes, el martes por fin disfruté de nuevo con mis colores. Y mira que hacía tiempo. Quizás por eso me supo tan bien. Admito que temí a los fantasmas de la final cuando vi un ajustado 41 - 40 en el marcador... Pero lo mejor estaba por llegar.
No todo el mundo lo entiende, y lo comparto. Hay gente que simplemente vive al margen del deporte... y quizás en ocasiones es mejor. Claramente cuando pierdes, je. Pero en otras, no sé, es una ilusión, una alegría la que te llevas simplemente por el hecho de que una (o varias) personas que no saben ni que existes consigan algo...
Y por suerte estos días he podido disfrutar con el deporte otra vez. El domingo, en diferido, presencié cómo Alonso se escapaba, como disipaba dudas, como tenía un compañero decente, un compañero que contenía a los Ferrari. Como volvía a cruzar el primero la meta... como se subía al cajón más alto... otra vez.
Y el martes, el martes por fin disfruté de nuevo con mis colores. Y mira que hacía tiempo. Quizás por eso me supo tan bien. Admito que temí a los fantasmas de la final cuando vi un ajustado 41 - 40 en el marcador... Pero lo mejor estaba por llegar.
Es en esos momentos cuando los grandes del deporte se levantan, esas personas a las que me encanta ver hacer lo que mejor saben hacer, tenis, fútbol, baloncesto, motos o F1, pero todo ello en su máxima expresión, cuando demuestran por qué son lo que son, cuando un gran tirador mete dos triples y empieza a encarrilar el partido. Y entonces una alegría intensa, que quizás es difícil de comprender (sólo es un deporte, ¿no?) pero aún así, me encanta verlo. Me siento y disfruto. O sufro de pie, de un lado para otro como ya me ocurrió en el España - Argentina. ¿Tiene sentido? Quizás no, quizás sí, pero es algo que de momento no puedo cambiar.
¡¡Me encanta el deporte, joder!! :P
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